Todos los gobiernos democráticos, al ser dirigidos por el nuevo orden mundial, que su objetivo es apoyar todo tipo de filosofía, religión, y pensamiento contrario a lo que Cristo vino a enseñar y está plasmado en la tradición católica por los apóstoles, los padres y los doctores de la Iglesia, convirtiéndolo en lo contrario: aquí se ve su odio por Cristo.
Cristo vino a darnos la vida en todo nuestro entorno y las leyes que El dio dan vida. En cambio, todo lo que los gobiernos sugieren por medio de este conducto están hechos para dar muerte a lo que Dios dio vida. Como ejemplo de esto tenemos:
Dios da la vida en el vientre de una madre para que estos hijos tengan la posibilidad de tener vida en la eternidad en Él; vino a enseñarnos a servir a todos (en especial a los necesitados) y el gobierno pide la eutanasia.
Con Adán y Eva define el matrimonio, cuyo objetivo es la prole, la educación de los hijos: contrario de lo que ellos llaman matrimonio. Pues su “matrimonio” no engendra hijos.
Nos imponen modelos educativos donde crían monstruos que van a exterminar la sociedad con la maldad que ellos sugieren que es destructiva y va en contra de todas las virtudes que Dios nos ha enseñado.
Los filósofos griegos Sócrates, Platón, Aristóteles, proponen los principios del cristianismo sin la perfección de la gracia (ya que no les había sido revelada) como modelo de virtudes y de servicio a los demás. Los filósofos crean un modelo auxiliador del gobierno para ayudar a mejorar la tarea directiva ya que ellos son los que conocen qué es la verdad y lo que más conviene para el servicio del hombre.
Vemos que Aristóteles, en su libro “Ética Nicomaquea Política” explica de forma muy clara la ciencia política y nos dice que es la más importante de todas las ciencias pues su fin es no solo el bien sino el bien soberano ocupándose de lo bueno y lo justo; de lo cual el gobierno tiene que tener cultura para saber todo lo que se refiere a poder gobernar y poder dar la felicidad al pueblo.
El bien al que tiende la ciencia política, comenta Aristóteles, será el más excelso de todos los bienes en el orden de la acción humana. Pues tanto la mayoría como los espíritus selectos llaman a ese bien la felicidad. Y supone que es lo mismo vivir bien y obrar bien que ser feliz. Pero la esencia de la felicidad es cuestión disputada y no la explican del mismo modo el vulgar y los doctores.
Aquel que esté bien dispuesto en sus hábitos posee ya los principios o podrá fácilmente adquirirlos…mas aquel que ni los posee ni los adquiere, que escuche las palabras de Hesiodo:
El varón superior es el que por sí lo sabe todo.
Bueno es también el que cree al que habla juiciosamente.
Pero el que ni de suyo sabe ni deposita en su ánimo lo que oye de otro, es un tipo inservible.
La multitud y los más vulgares ponen el bien supremo en el placer, y por eso aman la vida voluptuosa; la segunda, la vida política, y en tercer lugar la vida contemplativa.
Los espíritus selectos, en cambio, y son los hombres de acción, identifican la felicidad con el honor; fin de la vida política y que el honor se les dicerna precisamente por su virtud, con todo lo cual deja ver claro que aún en su propia estimativa la virtud es un bien superior a la honra.
En cuanto a la vida de lucro, es claro que no es la riqueza el bien que aquí buscamos.
Es deber sagrado reverenciar la verdad de preferencia a la amistad. A cada cosa se les dan soluciones diferentes para resolver los problemas, por ejemplo: la enfermedad tiene a la medicina, la milicia tiene estrategias, etc.
Conclusión
Aristóteles comenta que cada uno puede tener diferentes ideales del bien dependiendo de como vivan y sus gustos van a buscar esos bienes pero hay un solo bien, el de excelencia, en el cual se pueden hacer las cosas como deben de ser. De esta manera vemos cómo Sócrates auxilia a Pericles logrando un gobierno próspero para su tiempo.
Es así que los filósofos están sugiriendo la misma manera perfecta que el mismo Cristo siendo perfecto y omnisapiente ha sugerido a través de su Palabra la forma de gobernarnos en esta tierra, misma que debemos imitar para llevar a nuestra sociedad a la prosperidad.
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